Salga el sol por donde salga

viernes, 4 de marzo de 2011

¡No mires hacia atrás! que me quedaré en el infierno y no podré ir contigo



Cada latido que se detiene para poder escuchar lo que se susurran nuestras pieles, y una vez se atreven a rozarse el corazón se asusta y los latidos aumentan en número y velocidad, por lo que la sagre corre como si la vida dependiese de ello ¿lo notas?

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